Saltar al contenido
Menú
Retaguardia Mix
  • Versión Impresa
  • ¿Qué es Retaguardia Mix…?
Retaguardia Mix

Esto es América • Redacción Retaguardia Mix

Publicada el 14/12/202014/12/2020

La designación de nuestra masa continental con el nombre de América ha sido desde siempre motivo de conflicto. Éste se agudizó con el nacimiento de naciones independientes y modernas a lo largo de su territorio durante los siglos XVIII y XIX. Las luchas de independencia, la búsqueda y construcción de una identidad, el acecho del colonialismo interior y exterior, estadounidense y europeo respectivamente, la división en una «América anglosajona» y otra «América latina», fueron las principales preocupaciones. Estas tensiones ideológicas, naturalmente, se adentraron al cuerpo artístico y han sido un leit-motiv que sigue vigente.

En 1871 John Gast, inspirado por el Destino manifiesto, doctrina que promulga la expansión de la incipiente nación estadounidense desde las costas del Atlántico hasta las del Pacífico, pinta su óleo American Progress. La pintura, que fue un trabajo por encargo de George Crofutt, editor de guías de viaje, se reprodujo profusamente en muchos formatos y adornaba muchos hogares.

En la obra aparece Columbia, cuyo nombre refiere a los territorio descubiertos por Colón, personificación femenina de Estados Unidos, avanzando hacia el «salvaje»·oeste; tras ella, siguiéndola, viene el progreso: trenes, luz eléctrica, agricultura sedentaria. Ante el avance de Columbia, John Gast dibuja a los nativos americanos huyendo. También huyen bisontes, lobos y osos. Por supuesto, hay un más que evidente contraste en la iluminación del cuadro. La alegoría que podría extraerse de la obra era el deber divino de colonizar el territorio.

American Progress, John Gast

A finales del siglo XIX ese deber expansionista ya se había consolidado en su empeño por dominar el continente, siguiendo la Doctrina Monroe de 1823: «América para los americanos». En 1905 Ruben Darío escribía en un poema dedicado a Roosevelt, de su libro Cantos de vida y esperanza: «Eres Estados Unidos, / eres el futuro invasor / de la América ingenua que tiene sangre indígena, / que aún reza a Jesucristo y aún habla español». Catorce años antes José Martí publicó desde el destierro su famoso ensayo «Nuestra América», en el que reclama una unidad entre las naciones americanas: «Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes».

Durante el siglo XX el conflicto no se disolvió, siguió vigente, alentado por el intervencionismo colonialista. En 1943, el creador uruguayo Joaquín Torres García dibuja un mapa invertido del sur del continente. Con ese dibujo traslada el conflicto también a la representación cartográfica del territorio. Torres García con esa inversión sugiere una inversión del modelo cultural, que parta de la culturas originarias y no de las corrientes extranjeras, pero también pone en entredicho la representación continental convencionalmente aceptada. Horacio Zabala, creador argentino nacido justamente en 1943, también interviene mapas del sur continental, quema sus territorios, lo pliega en pétalos, lo borra, lo convierte en una forma geométrica o le clava un hacha, haciendo una denuncia con esos gestos. En 1999, Alejandro Ros, en su portada del álbum Miami del grupo Babasónicos, interviene un mapa del litoral argentino convirtiéndolo en la península de Florida. También está Jorge Macchi, que se inclina por borrar completamente el continente en su obra Just One Night de 2013.

Esto es América


Alfred Jaar, usando el video, lleva el reclamo a uno de los puntos neurales de Estados Unidos, Nueva York. En 1987, en Times Square, exhibe su obra A Logo for America, un video publicitario-proclama que iniciaba con el territorio estadounidense para luego sobreponer en él la leyenda: «This is not America». Luego, aparece la bandera estadounidense y se sobrepone a ella el texto: «This is not America’s flag». Vemos la palabra America y la «R» se torna en formas geométrica y luego se transforma en el continente americano, en un ejercicio en reversa de los mapas de Horacio Zabala.

This is not America, Alfred Jaar


Otra forma de abordar el conflicto ha sido establecer diálogos entre obras, un ejemplo es el libro del 2015 Sucede que yo soy América, un concepto de Nicole Delgado surgido del Taller de traducciones libres, en San Juan Puerto Rico y que tuvo una segunda edición en la imprenta de la Cooperativa Cráter Invertido. A esta iniciativa respondieron 30 poetas americanos de distintas nacionalidades para realizar, cada uno, una traducción libre, reversión o reescritura del poema «America» de Allen Ginsberg.

En la primeras décadas del siglo XXI siguen configurándose movimientos que interrogan la idea del continente americano como una entidad anquilosada en sus evoluciones y transacciones. Boaventura de Sousa Santos, junto a otros, ha generado discursos que reivindican los saberes indígenas, no occidentales y de postura anticolonialista, las Epistemologías del sur. O han surgido iniciativas políticas, comerciales y de explotación de recursos que han integrado en sus posturas el conocimiento indígena, es el caso del proyecto Yasuni Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), cuyo nombre se debe a tres yacimientos de petróleo de Ecuador, propuesto en 2007 por el activista Alberto Acosta, que intentó romper con el pasado de explotación unilateral y que combinó preocupaciones medioambientales occidentales con concepciones indígenas que promueven el derecho de la Naturaleza a ser protegida como ser viviente.

Las tensiones y acciones entorno a los significados asociados al nombre de América continúan. Ejemplo reciente de ello fue el lema de campaña del presidente estadounidense Donald Trump: «Make America great again», cargado de reminiscencias al «Big Stick» y el «Destino manifiesto». Si la disputa sigue viva es porque el nombre de un territorio y los símbolos nacidos de ese nombre orientan el rumbo de los naciones que habitan ese territorio, pueblos vivos que constantemente reimaginan todas sus fronteras, que sufren hegemonías y derrotas, que se reacomodan y se buscan. Mientras estos movimientos continúen, la palabra América seguirá en movimiento.



Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Retaguardia Mix

Revista de humor
(Segunda época)

Contacto y colaboraciones:
retaguardiamix@gmail.com

Entradas recientes:

  • Alfred Stieglitz: Instante e infinito • Redacción Retaguardia Mix
  • Siete poemas • Emilio Paz Panana
  • NiNTENDO • Genkidama Ñu
  • Esto es América • Redacción Retaguardia Mix
  • La copa menstrual. Reseña de uso • Adriana Carbajal
©2021 Retaguardia Mix | Funciona con SuperbThemes y WordPress